domingo, 25 de marzo de 2012

Pradera de Navarrulaque

Emblemático lugar donde se reúnen excursionistas y amantes de la naturaleza para disfrutar del entorno y hacer un llamamiento a la defensa medioambiental de la Sierra de Guadarrama. Se trata de una pequeña pradera al abrigo de los berrocales del Pico Majalasna, en el camino que une el valle de la Fuenfría con el Hoyo del Terradillo, y que hasta los años 80 servía de merendero público. Allí había parrillas, mesas y bancos hechos en piedra y madera para el disfrute de un domingo soleado.
La Pradera de Navarrulaque con Siete Picos al fondo





Hoy el lugar ha cambiado radicalmente: los bancos y las mesas han desaparecido, han sido desmontadas las parrillas y las pocas papeleras que hubiera. En su lugar la pradera se ha convertido en un lugar apacible, donde se respira tranquilidad, lejos quedan ya las merendolas a base de sardinas que inundaban con sus inconfundible aroma la cara sur de Siete Picos. Ahora el olor a pino se percibe con nitidez, así como el canto de las aves que nos acompañan.
Carretera de la República
Entre los secretos que nos descubre la pradera, está la Fuente de Díaz Duque dedicada a este pionero senderista y escritor. Dando umbría a la fuente, se ha construido un refugio, más bien un resguardo, que cobija un banco corrido que hace las delicias de los caminantes los días más calurosos.
También encontramos un entramado de traviesas de madera que deberían proteger una encina que homenajea al insigne Francisco Giner de los Ríos. Plantada en el año 1996, sólo queda el armazón que la amparaba, sin ningún rastro de la misma. Ojala vuelva a brotar de esta pradera la encina casta que Machado quiso “para cobijar el corazón de un amigo”.
Monumento a Giner de los Ríos
Como si de un museo al aire libre se tratase, nos topamos ahora con una obra que recuerda a todos aquellos pioneros del montañismo en Guadarrama. Son siete vigas apuntando a los siete picos. En ellas se referencia a todos aquellos que pusieron sus ojos y sus anhelos en estas altas cumbres: desde romanos a pastores, gabarreros, leñadores, escritores y pedagogos. Todos, o casi todos, quedan representados en esta obra que pretende hacernos recordar que la montaña es de todos y para todos.
Las siete vigas
Un último hito nos llama la atención, un reloj solar que homenajea a Camilo José Cela “caminante de la Sierra del Guadarrama antes que Nobel”, obra de 1995. Entre la interminable lista de magníficos escritores que se han maravillado con estos paisajes serranos, encontramos aLuis RosalesVicente Aleixandre y Fernando González Bernáldez, además de los ya citados C. J. Cela, y F. Giner de los Ríos.
Refugio del Aurrulaque
Desde 1984 se lleva celebrando la marcha montañera “Aurrulaque” (palabra de origen vasco que significa “nuestros montes”) que lleva a los amantes de la naturaleza en un ambiente fraternal hasta esta pradera. Y como cada año se rinde homenaje a diversos personajes de la vida cultural relacionados con la Sierra del Guadarrama en general y con el valle de la Fuenfria en particular.
Pradera Majalasna
Es curioso como el término Aurrulaque, según varios autores, proviene de la palabra éuscara “aurre”, que viene a significar “la primera o la que antecede”, haciendo referencia al Pico Majalasna como el que antecede a los seis picos. ¿Derivación toponímica de los primeros pobladores serranos que vinieron del norte en época de la Reconquista? ¿Antiguo nombre de los pobladores carpetovetónicos? Quizás siga siendo un misterio, como las leyendas que rodean las montañas más carismáticas del Guadarrama, los Siete Picos o la Sierra del Dragón, como fue conocida durante la Edad Media. ¿Hay algo mas arcano que este mitológico ser?

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